martes, 16 de diciembre de 2008

UN NEGOCIO RENTABLE

Chris Wilton

Entro en la habitación y lo veo, ahí, reposando en la cama, y casi siento lástima...Pero, ¿qué digo? Lástima... reposando... increíble.

-Señor Kerner. ¿Me oye? Es usted Alex Kerner. El pasado sábado sufrió usted un terrible accidente de coche: el asfalto estaba mojado y no pudo frenar. Le tuvimos que operar, pero la intervención se complico y ha estado usted en coma los cuatro últimos días. No sabíamos a quién avisar, pues no parece tener usted familia en la ciudad.
-Perdone... Doctor, ¿dónde estoy?
-En el hospital Saint Vincent, San Francisco. Dígame, ¿recuerda algo de antes del accidente?
-No. No recuerdo nada.
-No se preocupe. Descansará usted en el hospital hasta que esté recuperado físicamente. Cuando se recupere, una psicóloga asistente del hospital le acompañará a su casa y le cuidará hasta que recupere la memoria.
-Gracias Doctor.

Me separo de él e introduzco el refrigerante en el depósito de suero. Se duerme. Dormirá un par de semanas, supongo. Ya veremos qué sucede cuando se despierte.

Quizás haya sido demasiado frío, demasiado distante con él. Si fuese otro paciente temería que se diese cuenta de la situación, pero él... no. Él no. Tengo suerte, él pensará lo que nosotros queramos.


William Munny

No puedo permitir que me note nervioso... Es absurdo, él ya lo sabe todo. Aún así, no quiero que piense que me está haciendo un favor: para algo le pago.

Busco en mi escritorio su tarjeta, bajo el doble fondo de mi cajón, guardada a buen recaudo. Toda precaución es poca. Enciendo un cigarrillo para tranquilizarme y marco su número.

Descuelga al otro lado una voz femenina.

-Consulta del Doctor Chris Wilton, ¿qué desea?
-Me llamo... uhm... Daniel Gregg. Necesito hablar con el Señor Wilton. Es una urgencia.
-Ahora mismo le paso. Gracias por atender.

Maldito idiota. ¿Me coje el teléfono su secretaría? ¿Qué clase de discreción es esta? Espero que todo este asunto merezca la pena... Desde luego espero que preste más atención a su ejecución que la que parece tener por los secretos.

-Doctor Chris Wilton, ¿quién es?
-Soy Munny. ¿Por qué coge el teléfono tu secretaria? Esto es muy serio. Me estoy jugando toda mi vida. No, de hecho no me la estoy jugando. Me aseguraste que no se trataba de un juego, que era un negocio. Así que, ¡ponte las pilas!
-Oye... no me grites. Haberlo pensado antes de hacer el animal. ¿Sabes que edad tenía aquella niña? Tienes suerte de que no tenga escrúpulos ni conciencia... serías capaz de llegar a darme asco. ¿Qué te pasa?
-La policía vino hoy a mi oficina. Aquel testigo del que hablamos... al parecer me vio bastante bien... tienen un retrato robot, ¿sabes?

¡Mierda! Estoy nervioso.

-No te preocupes. El tema del físico ya está solucionado. ¿Cuándo empieza el juicio?
-Mi abogado ha intentado aplazarlo un par de días, pero empieza mañana.
-Vale. Estate tranquilo: mañana tendrá el alta y el jueves ya estarás libre de condena.
-Más te vale.
-Jajaja... De nada William.
-No te rías. No me tutees. No tengo nada que agradecerte, para algo te pago. Adiós.


Alex Kerner

Tres semanas en el hospital. ¿No es muy poco tiempo para recuperarme de un terrible accidente de coche? Por lo menos la psicóloga es guapa.

Me ha acompañado a mi casa, en Chinatown... pero no recuerdo haber estado nunca antes aquí: un bonito loft decorado con una ingente cantidad de pósteres de Andy Warhol y carteles de películas. Ni siquiera recuerdo haber visto Casino.

La psicóloga no se calla. Me ha sentado en el sofá y me pide que piense en mis padres, en cuando era niño.

-Lo siento, Señora Dekker, pero no recuerdo nada. Ni siquiera he sabido distinguir la llave del portal de la del piso.
-No te preocupes Alex. Y llámame Maggie. Toma esta pastilla. Es un fármaco experimental que se está probando en Francia con pacientes amnésicos.

El octógono blanco que me ofrece sabe a rayos. Sabe casi tan mal como esa asquerosa pasta grisácea del hospital. No recuerdo tampoco qué comida me gustaba antes del accidente.

-¿Francia?
-El Saint Vincent colabora en la investigación, así que nos aprovechamos de los posibles beneficios. Toma agua. Bien, ahora túmbate en el sofá y cierra los ojos. Quiero que digas, con voz alta y clara, todo lo que aparezca por tu mente.

Me estoy quedando en blanco. Estoy entrando en trance.


Maggie Dekker

-Ya lo he dejado en comisaría, Señor Wilton.
-Bien hecho Maggie. ¿Cómo fue el asunto?
-No lo sé... Fue algo muy extraño.
-Maggie, este es nuestro primer paciente. Es importante conocer todos los detalles. ¿Qué fue lo que paso?
-Bueno... tomó la pastilla y quedó paralizado. Sus ojos estaban en blanco. Me contó la historia tal y como debió suceder, como si estuviese viendo una película.
-Sabes tan bien como yo que estaba viendo una película.
-Y cuando volvió a sentarse... su cara era inexpresiva. No estaba asustado. Ni siquiera confundido. No recordaba nada de su vida, pero era consciente de que había cometido un crimen. No estaba aterrado. No soy capaz de imaginar qué pasaba por su cabeza.
-De eso nos encargamos nosotros personalmente. Sigue contándome.
-No se alteró cuando le dije que debía llevarlo a comisaría. Su cara no cambió cuando llegamos, y tampoco lo hizo mientras repetía la historia, palabra por palabra, al agente que le tomaba declaración.
-¿Palabra por palabra? Mal asunto... los agentes del KGB llegaron a demostrar científicamente que cuando alguien miente tiende a repetir su historia palabra por palabra.
-El comisario me dijo que ya sabían de qué caso se trataba. Me informó de que lo retendrían esta noche en el calabozo y que mañana pasaría a disposición judicial para declarar en el juicio. Quizás tenga que declarar yo también.
-Jugamos con ventaja. Eres una gran actriz. Muchas gracias Maggie.


William Munny

Jueves. Parece que Wilton va a resultar un tipo de fiar. Cumple sus plazos. Casi me quedo helado cuando el comisario se ha presentado en la sala diciendo que tenía a un hombre que había confesado.

Y el resultado es inmejorable: el parecido físico es asombroso, pero los rasgos determinantes están bien diferenciados. De noche, hasta yo mismo me confundiría con él.

Veamos que más puede ofrecerme. Veamos si merece la pena la millonada que he invertido.


Alex Kerner

Toda la sala me mira. Todos dirigen sus miradas de asco hacia el lugar en el que me siento a declarar.

-Señor Kerner, ¿le importaría contarnos qué sucedió en la noche del sábado, 23 de Junio de este año?
-Señoría, ¿no podrían los miembros del jurado leer mi declaración en la comisaría?

No me apetece contarlo de nuevo. No me siento mal. No me siento incómodo. Es simplemente que necesito otro octógono.

-Seguro que su versión oral nos ofrece una versión más esclarecedora de los hechos. No es algo negociable.
-De acuerdo, Señoría…

Maggie Dekker

-Señor Wilton, ya he salido del juicio.
-¿Cómo fue, Maggie?
-Declaró. De nuevo la misma película. Palabra por palabra.
-Habrá que arreglarlo.
-Me dio pena cuando se lo llevaban detenido.
-Maggie, no le pasará nada. Sabes que no le puede pasar nada.
-Lo sé, Señor Wilton. Pero es que su cara era tan fría... lo condenaron a cadena perpetua, ¿sabe? Ni se inmutó. Además, mientras salía de la sala me miró y me pidió otro octógono.
-Eso sí que es un problema. Está enganchado. Aunque ya lo habíamos previsto... y el mono no le durará mucho. No tendrá tiempo.
-Señor Wilson, yo... No estoy segura de si podré seguir.
-Tranquila, Maggie. Vuelve al hospital. Hablaremos con más tranquilidad.


William Munny

-Señorita, ¿podría decirle al Señor Wilton que William Munny está aquí?
-Pase, Señor Munny. El doctor le estaba esperando.
-Gracias.

Una secretaria muy mona. Qué lastima haberme enfadado con ella el otro día. Aunque creo que juega a mi favor el hecho de que todo es maravilloso cuando uno no está condenado a cadena perpetua.

Entro en el despacho y ahí está el gran hombre. Cierro la puerta. Aún no se han acabado los secretos.

-Cadena perpetua. Me libré. Muchas gracias, Chris.
-Jajaja. Creí que no podía tutearle... y que no tenía nada que agradecerme, Señor Munny.
-Eso era antes, Chris. Serás el padrino de mi próximo hijo, lo juro.
-Me halaga. ¿Qué donación piensa hacer?
-Lo acordado: 1,300,000 $.
-Ya... ¿pero con qué fin?
-Tú eres el doctor. ¿Qué me recomiendas?
-Alzheimer. Es un área en el que nadie hace preguntas sobre los fondos, porque hay fondos de sobra. Además, seguro que tiene usted algún pariente enfermo, ¿una lejana tía abuela quizás?
-Sí. Creo que mi bisabuela murió de Alzheimer. Me parece bien.
-Bien. Asunto resuelto. ¿Le interesa conocer nuestras instalaciones de ‘pacientes de ingreso indefinido’?
-No. Creo que no. Además, tengo un par de asuntos pendientes en el trabajo. Pero seguiremos en contacto. Serás el padrino de mi hijo, no lo olvides.
-No lo haré.
-Una última cosa. ¿Es posible conseguir el número de su hermosa secretaria?
-Aléjese de Maggie, Señor Munny.


Chris Wilton

Estúpido Munny. No se da cuenta de la importancia de lo que hemos conseguido. Mantendrá la boca cerrada. Aún tiene miedo.

-Maggie, dígale al Señor Valens que pase.

La puerta se abre y veo a otro idiota. Otro criminal novato. Suerte que no tengo escrúpulos ni conciencia... sería capaz de llegar a darme asco.

-Creo que tiene usted un problema, Señor Valens.
-Scott, Señor Wilton. Pero puede llamarme Scotty. Creo que tiene usted una solución.
-Inteligencia artificial, Scotty. Nosotros construimos a tu culpable. Monitorizamos su mente y la controlamos. Nos das una historia, nosotros la digitalizamos, como en esas películas de Pixar, y la convertimos en sus recuerdos. La activamos con pastillas cargadas de nanorobots que desbloquean dicha información de su computerizado cerebro cuando nos conviene.
-¿Y si aún no conviene?
-Lo retenemos ingresado en el hospital. Lo apagamos introduciendo refrigerante en sus circuitos. El día que le damos el alta le hacemos comer una pasta gris cargada de antioxidante.
-¿Y qué pasa después?
-Ello va a la cárcel y tú nos pagas. Entonces, le ordenamos que se suicide. El forense de la cárcel es médico de este hospital. Asunto resuelto. ¿No te parece algo maravilloso?
-¿Le vale si le digo que no me parece algo horrible?
-Scotty... No tienes escrúpulos ni conciencia.
-Suerte... si no, sería capaz de llegar a darme asco.

sábado, 6 de diciembre de 2008

UN VIAJE ALUCINANTE, NO TRIPULADO


El submarino de la película ‘Viaje alucinante’ es reducido, junto con su tripulación, al tamaño de una bacteria, antes de ser inyectado en el torrente sanguínea del sistema arterial de un ser humano.

La minúscula tripulación tiene la misión de destruir un coágulo, inoperable en un quirófano, localizado en el cerebro de un importante científico.

Hasta aquí la ficción.

Dejando al margen los notables efectos visuales de la película y las aventuras vividas por los minúsculos micronautas, muchos son los problemas que hacen inviable un viaje de estas características: desde la imposibilidad de reducir la nave a dicho tamaño, hasta el hecho de que a esa escala toman gran relevancia las fuerzas de cohesión entre partículas, pasando por la gran viscosidad que presentaría el plasma sanguíneo frente al movimiento del submarino.

Parece una muy complicada misión; sin embargo, ahora llega la ciencia.

Un grupo de investigación de la Universidad de Oviedo, dirigido por el catedrático D. José María Alameda, está desarrollando, dentro del marco de programas de colaboración con otras universidades del mundo, un sistema operativo para nanobots: inteligencia para esos pequeños bichitos.

Entonces... retomando la idea del relato de Asimov, si se pudiese introducir el robot en el cuerpo humano y dirigirlo desde fuera por control remoto (o directamente programarle una serie de instrucciones antes de enviarlo a realizar su cometido), podríamos hacer que los nanobots detectasen las trazas del anormal metabolismo de una célula cancerígena, se solapasen a ella y la destruyese.

Pero además, en el futuro de la medicina podrían verse nanobots que actuasen como bombas de insulina en personas diabéticas, anticuerpos víricos, etc...

Este me parece un claro ejemplo de cómo, a veces, la ciencia ficción impulsa a la propia ciencia a probar y extender sus límites.

sábado, 29 de noviembre de 2008

LA MÚSICA EN LA CIENCIA FICCIÓN

No sólo en la literatura y el cine se a versado la ciencia ficción, por más que estas dos artes hayan sido, tradicionalmente, su mejor vehículo de divulgación.

Así, quería presentar, de cuando en cuando, ciertos grupos musicales que se han atrevido a indagar en este género.

MECANO

En 1982, en su álbum de debut, Mecano, los madrileños incluyeron una canción llamada ‘Máquina de vapor’.

Hay un disco que me excita,
habla de una relación:
el amor entre un hombre
y una máquina a vapor.

Siempre lo estoy escuchando,
es mi única canción:
si alguien entra a cambiarlo
le echo de mi habitación.

No, no, no, no...
no quites nunca esa canción.
No, no, no, no...
no seas antiguo y déjate llevar.
Todo es posible en el amor.

Él le aprieta algunas tuercas;
ella da un beso de gas;
él programa algun registro
que la haga disfrutar;
el trabajo se convierte en su máxima pasión:
el hombre se ha enamorado de su propia creación.

No, no, no, no...
no quites nunca esa canción.
No, no, no, no...
no seas antiguo y déjate llevar.
Todo es posible en el amor.

LOS NIKIS

En 1987, cinco años después del inicio de su carrera, los `Ramones de Algete´ publicaron Submarines a pleno sol, el disco que, a la postre, los confirmaría como creadores de la nueva tendencia punk de la movida.

En es disco aparecían dos canciones que ahora nos conciernen: ‘La increíble historia del camarada Vladimir’ y ‘Las redes de Kirchoff’.

Mi querida Nadia:
no he podido escribir antes.
Los fallos del Soyuz
están siendo preocupantes
y mi cápsula cayó
fuera de control
en un lugar cercano a Nueva York.

He tenido suerte
porque no me ha visto nadie:
la liga profesional
está en su punto culminante.
¿Y quién me iba a decir que todo Nueva York
iba a estar pegado al televisor?

Te has metido en un buen lío
del que no podrás salir.
Que la suerte te acompañe,
camarada Vladimir.

Estoy arrepentido
de haber sido cosmonauta.
En la granja de mi padre
siempre me han echado en falta.

Tendré que secuestrar un barco o un avión
con rumbo hacia un país del COMECOM.

Te has metido en un buen lío
del que no podrás salir.
Que la suerte te acompañe,
camarada Vladimir.







Estos transistores no son como los de antes,
un zumbido raro toda la primera parte.

¿Qué demonios ha pasado,
que mi Sanyo no funciona?
Ahora que el Madrid ganaba
por 3-0 al Barcelona.

Fuera los tornillos, ya está abierta la carcasa,
pero me han pillado con las manos en la masa.
¿Quién me manda andar hurgando
en mi pobre transistor?
He caído como un tonto en las redes de Kirchoff.

En las redes de Kirchoff, en las redes de Kirchoff,
En las redes de Kirchoff, en las redes de Kirchoff

Los condensadores se han unido a las bobinas,
sufro en propias carnes sus descargas asesinas.
Estoy siendo acorralado por 200 resistencias,
en el mundo del Amperio ya no existe la clemencia.

Cuando le has enfurecido, un circuito no perdona.
No podré volver a ver ni al Madrid ni al Barcelona.

¿Quién me manda andar hurgando
en mi pobre transistor?
He caído como un tonto en las redes de Kirchoff.

En las redes de Kirchoff, en las redes de Kirchoff,
En las redes de Kirchoff, en las redes de Kirchoff

DDT

Los sucesores de Los Nikis, curtidos en una cultura pop desde su gestación, dedican gran parte de sus temas a películas como ‘El diablo sobre ruedas’ o ‘El increíble hombre menguante’.

http://www.youtube.com/watch?v=u52z3S6onDI

lunes, 24 de noviembre de 2008

ROBÓTICA Y EDUCACIÓN

El pasado viernes, 21 de Noviembre de 2008, tuvo lugar, dentro del marco de conferencias de la Semana de la Ciencia y la Tecnología (evento organizado, en parte, por la Universidad de Oviedo), una mesa redonda llamada ‘Robótica y Educación’, en el salón de actos de la E.U.I.T.I.O.

La charla trató de debatir los beneficios de el empleo de robótica en actividades educativas aprovechando el interés que despierta la ciencia mediante estos aparatos al espantar el aburrimiento.

Como claro ejemplo, la charla estuvo amenizada con las actuaciones de Tribot, un pequeño juguete comercializado en EE.UU, que tiene la característica única de poder desplazarse absolutamente en cualquier dirección gracias a un eje de tres ruedas.

No obstante, mas allá del entretenimiento y la educación, la charla hizo también un repaso sobre el pasado, presente y futuro de la robótica.

Hace 50 años empezó la carrera por la inteligencia artificial: los robots, una mezcla de hardware y software con aplicaciones tecnológicas.

El hardware, dependiente de los avances industriales y tecnológicos experimento entonces un boom que llevó al desarrollo de prototipos de lo que actualmente son los robots que conocemos.

Sin embargo, el software, o cerebro de los robots, no creció de manera similar, sino que se enfrentó a un estancamiento por miedo de los obreros a ser sustituidos por máquinas.

No obstante, hacia los años 80, el ejército americano firmó un acuerdo con sus huestes por el que se comprometía a no sustituir a los soldados, sino a emplear la robótica como herramienta para facilitar la tarea de sus huestes.

Con este impulso, la inyección económica en el mundo de la Robótica y la Domótica fue tal que las grandes empresas de sistemas operativos para ordenadores se lanzaron al desarrollo de software para robots.

Las primeras que se atrevieron fueron las empresas de software libre. Así, Linux creó un programa llamado Robot Operating System (Sistema Operativo para Robot) que, en sus sucesivas versiones se limitó a la inclusión de algoritmos que diesen instrucciones al hardware componente del aparato.

Aprovechando esto, Microsoft avanzó terriblemente en un proyecto de robótica evolutiva y creó Microsoft Robotic Studio (Estudio de Robótica de Microsoft), un software que no se limitaba a controlar los movimientos de la máquina. Microsoft desarrolló los denominados entornos de simulación: plataformas virtuales en las que se podían prever las distintas situaciones en las que se encontraría el sujeto.

De esta manera, el mundo de los videojuegos también se aprovechó de la inversión de capital en la robótica.

Y así, con los Player Systems de Microsoft y sus acuerdos estratégicos con empresas para adquirir el casi total monopolio del mundo de la robótica, llegamos a la situación actual de esta ciencia.

La infobótica, o modelación de sistemas, indujo una gran sensación de optimismo en el entorno de los implicados en Robot Development (desarrollo de robots), la mayor asociación de fabricantes de robots del planeta, hasta tal punto que establecieron una clasificación, hacia 1995, de los tipos de robots:

-Robótica de consumo: máquinas que no son más que simples herramientas domésticas de precios asequibles.

-Robótica de consumo: robots de cuidados y de realización de tareas poco agradables para la sociedad, punteros en Japón, donde son las propias máquinas quienes cuidan de los ancianos.

-Robótica industrial y de investigación: Alemania es el país puntero en este tipo de máquinas, caras, pese a que las tres grandes empresas de este sector (CUCA, ABB, Motoman) no realizan movimientos significativos en su desarrollo.

-Robótica militar: EE.UU. desarrolla, desde hace ya una década, con gran éxito, los vehículos autónomos (o no tripulados).

Actualmente, y en contra de lo que pueda ser la opinión global, el país más avanzado en robótica no es Japón, sino Korea del Sur, donde las autoridades ya han dictaminado las denominadas Leyes de la Robótica (no... no son las del maestro Asimov), previendo así lo que será el futuro: los androides.

Para acabar, quisiera comentar que pese a que España es aún un pequeño bebé en este mundo, una empresa nacional, Robótica Da Vinci, ha patentado la primera casa completamente autónoma, y está ya volcada en la construcción de pisos piloto para ancianos.

sábado, 22 de noviembre de 2008

¡¡OFERTA!!: DOS DÍAS Y ¿UNA NOCHE? EN EL CENTRO DE LA TIERRA

Mientras investigaba el por qué del color azul del cielo para mi anterior artículo encontré una explicación del fenómeno basada en los espectros de emisión de fotones de los átomos.

Tranquilos, no es latín.

Según el modelo atómico de Bohr (Dinamarca, 1885-1962), de 1913, los electrones de la corteza atómica giran alrededor del núcleo en órbitas circulares estables, sin emitir ni absorber energía. Además, de las infinitas órbitas circulares en las que se puede mover el electrón sólo son posibles aquellas en las que el módulo del momento angular del electrón es un múltiplo entero de la cantidad hp/2, y cuando un electrón pasa de una órbita a otra absorbe o emite energía en forma de fotones, en una cantidad igual a AE=hn.

Cuando la luz del sol llega a la atmósfera los fotones chocan con los átomos del aire, que absorben la energía lumínica, haciendo que los electrones de sus cortezas salten hacia niveles de energía (órbitas) mayores. Cuando el electrón, en busca de estabilidad, regresa a su nivel energético predeterminado, el fotón absorbido es devuelto por el átomo de gas con la misma frecuencia (color), pero en cualquier dirección aleatoria.

Esto es lo que se conoce como dispersión de la luz: debido a la luz del sol, la propia atmósfera es la que nos ilumina.

La luz roja del sol (frecuencia de onda menor) tiene mucho menos energía que la azul o la ultravioleta, y por ello es incapaz de penetrar en los átomos de gas de la atmósfera, de modo que la dispersión de la luz en la atmósfera ocurre solo con los fotones de alta energía (luz azul). La luz roja continúa su camino sin casi dispersarse, ya que este fenómeno depende de la longitud de onda (y de manera inversa de la frecuencia) en una relación inversa a la cuarta potencia l.

De este modo, finalmente, la dispersión del azul es 6 veces mayor que la de la luz de frecuencia baja (roja).

Hasta aquí la ciencia, ahora la ficción.

Cuando los tres aventureros novatos de la película Viaje al centro de la Tierra (Eric Brevig, 2008) alcanzan su objetivo y descubren el océano encerrado en aquel idílico y cálido lugar, el cielo es de un morado rojizo precioso.



Ya que la luz del Sol no llega al sitio en el que están, me aprovecharé de una premisa de los guionistas: sobre la cavidad en la que se encuentran fluyen ríos de lava.

Aplicando esto a la explicación anterior, solamente habría que sustituir que la energía absorbida por los átomos no sería lumínica sino calorífica.

De este modo el proceso de liberación de fotones de determinadas frecuencias sería similar al de un espectroscopio (dispositivo empleado para obtener un espectro atómico) de emisión, y no dependería ya de la fuente de la energía, sino del tipo de átomos que formasen el aire respirado en el interior de la cueva.

El espectro de emisión del Oxígeno es el siguiente:

y coincide bastante bien con los colores que aparecen en la película (grandes cargas de morado con ligeros matices de rojo), por lo que podemos suponer que el aire allá abajo sea rico en oxígeno (discutir si a dicha presión el oxígeno sería gaseoso es otro asunto).

Lo que yo propongo discutir aquí es la escena de la impresionante tormenta, completamente a oscuras, en una noche cerrada... ¡en una noche cerrada!

Vale, pueden respirar, pero... ¿cómo es posible que anochezca en un lugar en el que los átomos, no sólo están recibiendo energía en forma de calor de manera continua, sino que el flujo de calor aumenta constantemente (la temperatura va en aumento debido a la inminente actividad volcánica)?

miércoles, 19 de noviembre de 2008

EL ARCO IRIS MARCIANO

‘La señora K esperaba. Miraba el cielo azul de Marte como si en cualquier momento pudiera arrojar sobre la arena un resplandeciente milagro.’

Esta frase está sacada de Crónicas marcianas, un compendio de pequeñas historias, relativas a la colonización de Marte por parte de los humanos, escritas por Ray Bradbury (EE.UU., 1920) antes de 1950, fecha de publicación de la obra.

Dicha fecha, unida a la frase que abre el artículo, me sugieren cierto escepticismo: ¿será el cielo azul en el planeta rojo, o será que el desconocimiento científico de la época le permitió a Bradbury ciertas licencias poéticas?

¿Por qué el cielo es azul?

El secreto del color azul del cielo esta relacionado con la composición de la luz solar (luz blanca, integrada por radiaciones de todas las longitudes de onda) y con la humedad de la atmósfera (es el propio Sol quien se encarga de procurar al aire su humedad, ya que, con su calor, hace que parte del agua de la superficie terrestre se evapore).

Para explicar el color azul del cielo, imaginemos que dejamos pasar un rayo de sol por un prisma de vidrio. La luz se abre en un abanico de colores (se dispersa) por refracción y, como resultado, vemos una gama de colores: violeta, azul, verde, amarillo y rojo. El rayo violeta es el que se ha separado mas de la dirección del rayo blanco y ahí esta precisamente la explicación del color del cielo. La desviación es máxima para los rayos de longitud de onda corta (violeta y azul), y mínima para los de longitud de onda larga (amarillos y rojos), que casi no son desviados. Los rayos violetas y azules, una vez desviados, chocan con otras partículas de aire y nuevamente varían su trayectoria, y así sucesivamente: realizan, pues, una ‘danza’ en el aire antes de alcanzar el suelo terrestre. Cuando, al fin, llegan a nuestros ojos, no parecen venir directamente del Sol, sino que nos llegan de todas las regiones del cielo, como en forma de fina lluvia. De ahí que el cielo nos parezca azul, mientras el Sol aparece de color amarillo, pues los rayos amarillos y rojos son poco desviados y van casi directamente en línea recta desde el Sol hasta nuestros ojos.

Es decir, si en Marte hubiese la suficiente humedad, el cielo podría tener el mismo aspecto que el de la Tierra.

No obstante, avanzando en la lectura del mismo capítulo (FEBRERO DE 1999. Ylla) encuentro estos pasajes:
-‘Ella se quedó mirando en silencio las extensiones pálidas del fondo del seco mar’
-‘La señora K miró el desierto’
-‘Ylla no miraba los viejos canales llenos de sueño y soledad’

¡Marte se había secado hace ya mucho tiempo!

¿Dónde está la humedad necesaria para el color azul del cielo? Si persiste en la débil atmósfera marciana, ¿por qué el agua no repite su ciclo?

No obstante, investigando un poco en Internet, descubro lo siguiente: ‘el color del cielo, debería ser violeta por ser ésta la longitud de onda más corta, pero no lo es por dos razones fundamentalmente: porque la luz solar contiene más luz azul que violeta y porque el ojo humano es más sensible a la luz azul que a la violeta.’

Esto quiere decir que, para que las células fotosensibles de los ojos de los marcianos interpreten los estímulos como los de los humanos, la vida en ambos planetas debería haberse desarrollado de manera similar en ambos mundos a lo largo de la historia, algo mucho más que improbable, y que el mismo Bradbury niega:
‘¿Así que el visitante tenía la piel pálida? ¿Y los ojos azules? Y supongo que los cabellos serían negros... ¡Dioses! ¡Qué relato más inverosímil! – respondió fríamente el Señor K.’

jueves, 30 de octubre de 2008

DAXTER: EL SUPERHÉROE PROPULSADO


Mientras los esbirros del Barón, líder autoritario de Villa Refugio, mantienen detenido y encarcelado a Jak, su pequeño y peludo compañero de aventuras, Daxter, trata de ganarse la vida trabajando en una empresa de fumigación de insectos, a la espera del momento en que poder liberar a su amigo.

Esta es la trama principal del videojuego Daxter, un spin-off de la saga virtual Jak & Daxter. En este cartucho, únicamente editado para PSP, nuestro héroe explora Villa Refugio, en solitario, armado con un matamoscas electrificado y un fumigador.

Y es de éste fumigador de lo que me dedicaré a divagar en el próximo rato.

A lo largo del juego, en determinados puntos, es necesario saltar largos acantilados, algo imposible de realizar si no se aplica sobre Daxter una fuerza que contrarreste su peso y evite su caída libre.

Para poder avanzar en la historia, a las mentes pensantes que diseñaron el videojuego se les ocurrió la maravillosa idea de utilizar el fumigador, apuntándolo hacia abajo, como propulsor de Daxter.


Llegados a este punto, comenzaré a analizar la tropelía cometida contra la física en este juego.

Puesto que Daxter no sufre ninguna aceleración vertical durante el proceso de propulsión es evidente que está, en dicha componente, en equilibrio estático. Aplicando la segunda ley de Newton:


Este hecho es posible según la cantidad de pesticida que se expulse en cada momento.

No obstante, cuando Daxter intenta, una vez ya en el suelo, acabar con los odiosos bichos, la fuerza de propulsión que actúe sobre él ha de ser, en módulo, la misma, mientras que la única fuerza que puede evitar un retroceso atroz es el rozamiento con el suelo.

Ahora bien, sabiendo que el módulo de la fuerza de rozamiento es el producto del coeficiente de rozamiento por el módulo de la fuerza normal que ejerce el suelo contra él:


Teniendo en cuenta que el coeficiente de rozamiento existente entre las patas de un roedor y el suelo es menor que 1, es de suponer que, al apretar el gatillo de su poderosa arma, Daxter saliese disparado contra la cámara subjetiva ubicada tras él.

Adiós a salvar el mundo... y adiós a la pantalla de mi PSP.

miércoles, 22 de octubre de 2008

CONVERSACIONES ENTRE ENTS

Si viajo a Liliput, tendré que llevarme a mi perro para poder oír a los pequeños habitantes (mi perro y yo nos entendemos bastante bien).


Esta fue la conclusión que extraje el otro día en clase, tras analizar la relación entre la frecuencia de la voz de un individuo y su tamaño.


Las cuerdas vocales de los animales, incluido el hombre, son pequeños músculos cuya tensión puede variarse a voluntad. Al abrirse o cerrarse parcialmente, producen las vibraciones del aire que dan lugar al habla o a la emisión de sonidos. En primera aproximación, pueden asimilarse a una cuerda de una longitud determinada sometida a una cierta tensón..Una vez fijada la tensión y la densidad de la cuerda, la frecuencia de vibración de la misma, que es igual a la del aire que la rodea, resulta ser inversamente proporcional al cuadrado de su longitud. Ésta está relacionada con una longitud característica como, por ejemplo, el tamaño del animal.


Sin embargo, una vez llegados a este punto, me siento intrigado: si la frecuencia de una onda y su período son inversamente proporcionales, ¿de qué manera afectarán las leyes de la escala en el período y este en el habla?


Puesto que frecuencia y el período de una onda son inversamente proporcionales, siguiendo con nuestro sencillo, pero efectivo, modelo de aproximación del funcionamiento de las cuerdas vocales, podemos deducir que el período de la onda es directamente proporcional al cuadrado de la longitud de la cuerda, y también al cuadrado del factor de escala empleado para aumentar la cuerda.


Investigo un poco y, leyendo, descubro que un gigante de Brobdingnag tardaría más de dos minutos en decir ‘Buenos días’.


Esto me suena...



Hace unos años leí El Señor de los Anillos. Las dos torres. Durante la Cámara Éntica, Bárbol le responde al hobbit Merry, ante sus protestas por la larga espera de una conclusión: ‘Es complicado, para un Ent, hablar. Además, algo que valga la pena ser dicho debe llevar tiempo.’


Más allá de la complejidad de la lengua ent (a mí me cuesta hablar en alemán, pero no tardo una hora en decir ‘Hola. Estos son mis amigos: no son orcos ni peligrosos.’), supondré que los ents emplean, como los humanos, un sistema de cuerdas vocales y cavidades resonantes para poder dialogar.


A partir de aquí, me propongo calcular la longitud de las cuerdas vocales de los ents y, según el factor de escala obtenido, la frecuencia de la voz de estos extraños árboles.


Teniendo en cuenta que la media de palabras por minuto a la que habla un humano es de unas 60 y que la de un ent, hablando en nuestra lengua, es de unas 7, es fácil deducir que el factor de escala al cuadrado es 60/7, es decir, que el factor de escala entre las cuerdas vocales de un humano y de un ent es casi 3 (las cuerdas vocales del ent serían tres veces las de un humano).


Sabiendo que la frecuencia media de voz de un varón humano es de 150 Hz, la frecuencia de voz media de un ent sería:

150 x 1/(3)2 = 16.6 Hz


Las frecuencias que el oído humano puede percibir, para un nivel de intensidad del sonido suficiente, se sitúan entre 20 y 20000 Hz.


Podemos pensar que los hobbits tienen un oído más sensible que el nuestro, pero es imposible que Gandalf pueda mantener una conversación con el viejo Bárbol.


Llendo un poco más allá, si un ent hablase a una frecuencia de 20 Hz, según la encuación de arriba (sustituyendo el 3 por una incógnita y despejándola), el factor de escala en este caso sería igual a 2.7.


En conclusión, el viejo Bárbol, un roble curtido en mil batallas (mil una contando el asedio a Isengard) necesitaría la ayuda de un pequeño olivo que le sirviese de intérprete para poder ayudar a salvar la Tierra Media.